Estrategias para mejorar los hábitos de estudio de los niños

Los hábitos de estudio se consideran el primer paso para poder desarrollar la capacidad de aprender de los niños. Incentivarlos desde pequeños podrá aportar a un buen rendimiento académico, reforzando valores y planteando metas a corto y largo plazo.


En Educa Jugando te damos algunos consejos e ideas para inculcar buenos hábitos de estudio en tus hijos:

  1. Acondicionar una zona para el estudio
    Crear una zona de estudio que sea agradable, donde el pequeño tenga todo su material escolar a la mano y se sienta a gusto.

  2. Elegir el momento adecuado

    Se recomienda que primero hagan los deberes y después se les permita realizar una tarea agradable, como jugar. De esta forma no asumirán que el estudio es una especie de castigo.

  3. El tiempo necesario

    No es conveniente obligar al niño a pasar demasiado tiempo estudiando. Como regla general, conviene comenzar con periodos cortos de tiempo, al principio 10 o 15 minutos serán suficientes, para luego ir aumentando el tiempo.

  4. Evitar las distracciones

    Los niños se distraen con facilidad, sobre todo cuando se trata de estudiar. Por eso, es conveniente que en el momento de hacer las tareas no haya distracciones. Mantén el televisor apagado y deja al margen cualquier tipo de juego.

  5. Planificar las tareas

    Si enseñas al niño a estudiar, podrá hacer sus deberes en menos tiempo ya que aprovechará mejor cada minuto. Por eso, es conveniente que le enseñes a organizar y planificar las tareas.

  6. Subdividir las tareas complejas

    Para motivarle y evitar la frustración puedes dividir una tarea en pequeños pasos. Por ejemplo, si debe aprender las tablas de multiplicar, puede dedicar una semana a cada número, así el niño no se sentirá abrumado.

  7. Reconocer su esfuerzo
    Es necesario que reconozcas o recompenses su esfuerzo: unas palabras de aliento o un postre especial para la hora de la comida. Los elogios y la atención de los adultos son grandes incentivos para los niños.

  8. Crear una rutina

    Dedicarle todos los días de la semana un espacio de tiempo a esta tarea. Por eso, aunque el niño no tenga deberes, puedes pedirle que se siente un rato a leer o a escribir.

  9. Supervisión constante

    Al principio el niño necesitará ser supervisado, hasta que se instaure el hábito. Esto significa que deberás sentarte a la mesa con él hasta que termine los deberes. Poco a poco puedes ir dándole más autonomía, enfatizando en el hecho de que confías en él.

María José Bastías

Periodista Colaboradora Educa Jugando

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